Conozco a E. desde hace algunos años. Siempre me ha fascinado su dulzura y su claridad. Cuando supe que era mamá me la imagine fácilmente: le pegaba. Y luego la vi de mamá y vi la misma dulzura, toda la entrega. E. es una mamá conectada a sus peques y a sus necesidades; una madre que ve a sus hij@s como espejo de sí misma, en los momentos buenos y en los menos buenos, y así les observa sin juzgar, siempre desde el amor y el más profundo respeto. E. es una mujer valiente, porque hay que ser muy valiente para respetar así a los hij@s, y ese respeto que hay en sus palabras y acciones trasciende en cada palabra de esta entrevista. Una entrevista que me concedió con una sonrisa en la boca, y que se desarrolló en un encuentro entre amigas una mañna de sábado en el Parque de las Ciencias, rodeadas de niñas, bebés, niños, macarrones, tortitas de arroz y manzana. Mucho mérito. Y todo un placer, en cualquier caso.
Como tú, mamá o papá que me lees, E. también es una mamá que ha pensado en lo que quiere para sus hij@s,; una de las cosas que quería era compartir sus raíces y eso significaba para ella HABLARLES A SUS HIJ@S EN INGLÉS. Si te preguntas cómo puede ser esa experiencia para una persona nativa, si te gustaría saber qué siente alguien que decide empezar esa aventura, si te preguntas si tú podrías hacerlo, AQUÍ TIENES LA EXPERIENCIA DE E. Y SU FAMILIA. Que la disfrutes tanto como yo disfruté haciendo la entrevista.
Elvira Jei: Estoy con E., y la experiencia de E. me gusta mucho porque tú eres bilingüe, tu papá es hablante nativo de inglés, tu mamá también es bilingüe inglés-castellano, y tú te has criado en España. ¿No?
E: Bueno, en Inglaterra [estuve] desde que nací hasta los 11 años. Llegué a España con 11.
JEI: Y tu nivel de inglés evidentemente es de nativa.
E: Sí, pero es verdad que desde que llegué a Andalucía no he hablado inglés aparte de cuando venía visita, familiares… pero en casa no hablábamos inglés. Entonces realmente, no he hablado en inglés a diario hasta que he sido madre.
JEI: Y cuéntanos un poco esa experiencia. Tú tienes dos peques preciosísimos, un peque (casi 5) y una peque (1 añito).
E: Al principio, cuando me quedé embarazada, me producía un poco de inseguridad el hecho de hablarle [al mayor] en inglés porque no lo había hablado a diario desde que me vine con 11 años. Pero sí tenía clarísimo que yo quería que mi hijo se criara bilingüe. Entonces desde el embarazo me conciencié y le hablaba a la tripa en inglés. Y cuando nació, la verdad es que fue una suerte, porque ya tenía el hábito y a partir de ahí todo en inglés. Y hasta ahora siempre le hablo en inglés. Hubo un momento, que fue un poco difícil. Fue cuando ya empezó a ir a la guarde. Él de forma natural cambió al castellano al dirigirse a mí, y ahí fue un poquito más complicado para mí. Pero solo fueron unos días, en los que hubo un poco de “cortocircuito”, y luego otra vez volvimos al hábito.
JEI: Porque él hasta entrar en la guarde hablaba contigo en inglés…
E: Él hablaba conmigo en inglés. Otra cosa es que su padre le habla en catalán. Entonces él empezó a hablar [sus lenguas maternas fueron] en inglés y en catalán. Y luego cambió al castellano cuando le metimos en la guarde. Pero para mí [la experiencia de hablarle en inglés] fue increíble, primero, porque fue una conexión con mi infancia, porque toda mi infancia fue en inglés. Además, como todo lo que hablamos fue infantil, fue muy bonito volver a esa época, a cantar, a leer cuentos, todo lo que fue mi infancia. Y luego, a mí me ha supuesto, reencontrarme con mi lengua materna y practicarla, que no había tenido la oportunidad de hacerlo. Así que para mí ha sido un placer.
JEI: ¿Puedes hablar un poco más de cuando pasó a la guarde y empezó a hablarte en castellano?
E: Una cosa que me funcionó muy bien con él cuando empezó a hablarme en castellano es que todo lo que él me decía en castellano yo se lo repetía en inglés en pregunta, como para asegurarme de que me estaba enterando bien. Así él nunca sintió que le estaba presionando hablando inglés, pero sí que oía la misma frase [que él había dicho] en inglés. Así, si él me decía “Mamá, quiero una manzana”, yo le preguntaba, “Darling, do you want an apple?”, y él me decía “Sí”, entonces nunca sintió que yo le estaba exigiendo que respondiera en inglés, pero todas las frases que él construía yo las reformulaba en inglés. Y continúo haciéndolo todavía, y va muy bien porque él también siente que tengo interés en lo que está diciendo. Incluso ahora que habla más inglés y a veces construye mal las frases, [esta] es una forma de reformularla bien sin que él se sienta mal.
JEI: Porque lo has estado haciendo también cuando él hablaba en castellano.
Es: Claro, porque hay veces que construye mal la frase y eso me da la oportunidad de expresarla bien, sin corregirle, porque valoro muchísimo su esfuerzo por intentar hablar en inglés conmigo.
JEI: Sí, eso lo hago yo también con Mario en castellano…
E: Claro. Lo que sí nos pasa es que no le corregimos el castellano. Entonces cosas normales como “yo sabo”, o cosas por el estilo, nadie se las corrige…
JEI: ¿En el cole a lo mejor?
E: No lo sé, pero en casa, no. Eso a veces es un problema, pero ya se lo corregirá alguien.
JEI: ¿Y luego cuando llegó la peque?
E: Con la peque ha sido totalmente automático. Seguí con el inglés en casa y de hecho el hermano está muy involucrado con el hecho de enseñarle inglés a ella también, para que ella se pueda comunicar con nosotros. Muy bien, muy bien. Yo nunca me lo he planteado como una obligación, sino como una forma de relacionarme con él. Está hecho desde el cariño, desde quien yo soy en realidad. Cuando él me habla a veces en castellano, la gente piensa que no estoy consiguiendo que sea bilingüe, pero la verdad es que a mí me da igual cómo él me hable: él sabe que yo le hablo en inglés, y que esa soy yo y esa es mi forma de relacionarme con él.
JEI: Entonces tu perspectiva es siempre desde el respeto.
E: Por supuesto. Y alguna vez que me ha pedido que le lea algo en castellano, que juguemos en castellano, lo he hecho, pero son tan pocas las veces que hace eso… Nunca ha sido una imposición, siempre es una cosa, bueno, desde el disfrute también.
JEI: Y tú ahora estás dando clase a niños de 3, 4 años.
E: Sí, sobre todo. Está siendo una experiencia muy bonita porque están abiertos y abiertas a todo, a todo lo que les propongas, y viven el idioma con una naturalidad… de verdad que me sorprende.
JEI: ¿Y cómo enfocas las clases?
Es Mi objetivo principal es que haya un acercamiento al idioma desde la diversión, desde una sensación de comodidad, yo por ejemplo no les impongo nada, no les marco ningún ritmo, igual que hago con mi hijo. Yo les hablo en inglés todo el rato. Solamente cambio a castellano si veo que hay alguna situación de peligro, o si veo que es necesario. Primero lo digo en inglés, pero si veo que no me están entendiendo, cambio. Todo, todo es en inglés, entonces el hecho de que sean capaces de relacionarse conmigo en inglés, aunque no sean capaces de producir inglés, de hablarlo, es muy positivo para mí. [La idea es] que se sientan cómodos relacionándose conmigo, que juguemos en inglés, que sean capaces de ver que nos podemos comunicar aunque no tengan todos los recursos que necesitan. Sabiendo que me entienden y que siguen unas indicaciones básicas y que poco a poco van produciendo. Con los más pequeños sí llevo una estructura y como tengo mucho material preparado dejo que sean ellos y ellas los que marquen el ritmo. Me adapto más a lo que veo que pueden ser sus intereses. Yo tengo varias cosas preparadas y voy viendo por dónde van porque todavía están en una fase de escolarización más incipiente y veo que funcionan mejor de otra manera. En base a sus intereses vamos construyendo el lenguaje. La respuesta que obtengo es muy positiva.
JEI: ¿Y con los más mayores, de 4 y 5, cómo se estructuran?
E: Los que son un poquito más grandes sí que están acostumbrados a una dinámica por rutinas; seguimos una rutina diaria y vamos incorporando conceptos nuevos, pero todo siempre desde el juego, la diversión y las manualidades. Y el resultado es muy bueno. Me encanta ver que vienen, y que además creen que están hablando inglés, bueno, ¡se están comunicando!
JEI: Y por último, según tu experiencia, ¿dónde tiene que poner la atención una madre o un padre si quieres que su hijo, su hija tenga una buena relación con el inglés?
E: Lo principal es que no sea una obligación para nada, que el objetivo sea disfrutar del idioma. Que no haya ninguna presión, que el padre, la madre esté dispuesto a ofrecer espacios y si ocurre ese encuentro con el idioma, bien, y cuando no, pues no. Lo que tú explicas en el blog de ofrecer momentos de juego en inglés. Sobre todo que no sea un motivo de estrés ni de tensión. Para mí es una forma de relacionarme. Además en nuestra casa, donde yo les hablo en inglés y el papá les habla en catalán y entre nosotros hablamos en castellano, os podéis imaginar, ¡en la mesa a veces hay tres idiomas dando vueltas! Pero nunca ha sido para nada una obligación para ninguno de nosotros y cada uno vive la experiencia desde él o ella misma. Las personas que disfruten del inglés serán capaces de disfrutar del idioma con sus hijas. Mientras que para las personas para las que es una obligación, difícilmente podrán disfrutarlo. Ahora mismo son como esponjas y están abiertos a todo. Entonces, [la idea es] disfrutarlo, y tampoco sentirse mal por no dominar el idioma porque sean cuáles sean tus limitaciones seguro que algo podrás aportar. Si a veces me sentía insegura yo que soy nativa, pues imagínate alguien que no sea nativo. Y yo entiendo que se sientan inseguras pero no pasa nada. Es una forma de relacionarse: no hay que tener el C1 para poder hablar el inglés en casa.
JEI: Me encanta porque estás diciendo cosas ¡que tenía que haberte preguntado yo! ¡Muchas gracias, E.!
¡Pues ahí va la primera entrevista sobre experiencias de inglés en casa de las muchas que podrás leer en este blog!
¿Qué te ha sugerido? Cuéntame qué te ha aportado, y si quieres conocer más experiencias o compartir la tuya ¡escríbeme¡ Ya sabes que me encante leerte y que este es un espacio para compartir.
Love, love, love…
Muy buena idea repetir la misma frase que dicen pero en ingles!
¡Hola Diego! Efectivamente, es una excelente idea. Como digo en el artículo, yo lo hago con Mario en castellano cuando se equivoca, porque es nuestra lengua de comunicación (cuando dice “No lo sabo”, por ejemplo, yo le digo “¿No lo sabes? Vaya… !Pues yo sí lo sé!” para dar la forma correcta sin corregir). Yo he elegido hablar con mis hijos en castellano, porque para mí es más natural y me resulta más fácil expresar me como quiero con ell@s. Mi recomendación si queremos hacer algo así en familia sin que se hable siempre en inglés es establecer una rutina, algo así como un “English time” en el que, previo acuerdo, todos quedamos en que mamá/papá o ambos solo van a hablar en inglés durante un ratito. Puede ser una idea. Tengo pendiente hacer un post sobre algo parecido que hacemos por las mañanas en el coche. Saldrá la semana que viene… Love, love, love y gracias por leerme, LOVELY!
Totalmente de acuerdo con E.!!! Desde mi experiencia de profesora, creo que de los 0-12 años todo deberia enseñarse alrededor del juego, la música, el teatro, las manualidades, los espacios abiertos… Los idiomas son formas de comunicación, al igual que el lenguaje corporal (de ahí que las canciones infantiles vengan acompañadas de juegos con las manos o expresiones faciales…). Se trata de eso, de desarrollar la habilidad de comunicarse y disfrutar con ello, en cualquier idioma. Como profesora es super reconfortante leer que hay familias que se lo curran tanto con sus hij@s!!!
Amen. Y menuda profesora… ¡UNA MAESTRA, CON TODAS LAS LETRAS!
¡Gracias Elvira! Me ha encantado. ¡Comparto!
Gracias a ti… 😉