Como os decía en el post Lo confieso: en esto ando un poco ‘pegá’, lo de jugar lo tengo un poco flojo. Y no solo porque ya no tenga esa sana costumbre, sino también porque no soy experta en cómo pasan las cosas en un cerebro infantil mientras juega.
En ese post os comentaba que quiero empezar a profundizar más en ese área y para ello me apunté a los talleres de Alicia en Familiarmente. El primer taller al que fui, el primero de la serie del mes de junio, era de “juego libre”, que es lo que mis peques hacen mientras yo friego platos o termino eso tan urgente en el ordenador: jugar a su aire.
Desde que empecé esta aventura de Jugamos en Inglés he tenido ese gran dilema: ¿si jugamos con ell@s, sigue siendo tan divertido? Es decir, cuando veo a Mario jugar él solo, como lo vi el otro día en el taller de Alicia, me da pena meterme en medio, porque es muy evidente que él no me necesita: es SU MUNDO.
Afortunadamente, durante la sesión y hablando con Alicia, surgieron un par de ideas para introducir el inglés incluso cuando el objetivo es que el niño acabe jugando a su amor. Aquí te las cuento, a ver si te sirven:
1) Busca juegos nuevos que requieran unos pasos concretos, muy visuales o sensoriales, e introduce las instrucciones y los materiales en inglés
Por ejemplo, Mario no conocía el espacio del taller ni muchos de los materiales que había. De hecho, se fue directo a los puzles, que eran lo más familiar que tenía a mano. Yo no voy a explicarle a sus casi 4 años cómo funciona un rompecabezas, así que le dejé jugar tranquilo. Al ratito, Alicia se acercó a Mario con una bandeja en la que había tres cuencos de colores, piedras de los colores de los cuencos y una cuchara, muy típico Montessori, lo de la coordinación y la asociación –seguro que no se explica así, pero bueno, me entendéis-. Le explicó a Mario lo que tenía que hacer, tres instrucciones sencillas, utilizando un vocabulario básico, colores y objetos. El niño te ve hacerlo mientras lo explicas, por lo que no necesita más contexto. Luego coge la cuchara y se lanza.
Si queremos hacerlo en inglés, este caso concreto sería algo así como:
-These are bowls, and these are pebbles. The pebbles and the bowls are the same colour. Now, take the spoon, put a pebble in it and drop it into the bowl of the same colour.
Aquí te dejo unos cuantos vídeos de recursos explicados de una manera similar en inglés. Además es la excusa perfecta para fabricar nuevos juegos en familia, que es otra manera genial de pasar tiempo junt@s.
10 Montessori Toddler Learning Activities
Inexpensive DIY fine motor activities for kids (la mamá tiene un acento muy raro, jejeje, ¡así ves cómo suena una neozelandesa!)
Después, cada vez que saques el juego, le recuerdas en inglés cómo se hacía, que tampoco lo necesitará mucho, pero nos vamos a permitir esa licencia.
2) Juego con representaciones de objetos reales
Un rato después en la sesión, Mario vio a otro peque de su edad jugar con las piezas de una casa: una cama, una bañera, un frigorífico… Se acercó a él y el juego en pareja empezó. Al principio se dedicaron a distribuir los muebles en el espacio, en plan diseñadores de interiores, muy concentrados los dos: la cama aquí, allí el váter, el sofá aquí al lado de la tele… “Eso lo podemos hacer juntos, y yo preguntarle dónde quiere cada mueble… vocabulario de la casa, preposiciones, sugerencias… ”, pensé yo, entusiasmada. Una maravillosa manera de repasar vocabulario sobre la casa, adverbios (here, there), expresiones para situar en el espacio y preposiciones (on this side, nest to, behing…) y preguntas básicas del tipo, ‘Where is the bath tub?, Is it in the bathroom?’, ‘Do I put it there or do you want to do it?’ y así con todos los muebles de la casa… Todo eso, hasta que se canse y utilice la bañera como coche para recorrer toda la sala haciendo ‘broooom’ detrás del otro niño, como acabó pasando. Llegado ese momento, a relajarse y a disfrutar admirando esa portentosa imaginación que convierte bañeras en bólidos de carreras por arte de magia.
• NOTA: hablo aquí de las piezas de la casita porque ese juego permite identificar espacios y objetos muy fácilmente. Sin embargo, hay veces que Mario pasa un montón de tiempo jugando con la Patrulla Canina a rescatar trenes y gatitos imaginarios. Ahí no he conseguido jugar mucho, porque no le sigo el ritmo, y si le hablo en inglés, en el momento que no me entiende le corto el rollo. De ahí mi interés en que los elementos sean reales. Si algún día consigo jugar a la Patrulla o a los PJ Masks imaginarios con él en inglés, ya os contaré cómo lo hice. Poco a poco.
CONCLUSIÓN: el juego libre es y será siempre su espacio, partimos de esa base. Pero a veces podemos abrir un huequecito proponiendo el juego nosotros Y EXPLICÁNDOLO, o formando parte de su universo utilizando ELEMENTOS CONCRETOS Y REALES EN SITUACIONES DE JUEGO que en las que ell@s identifican con facilidad lo que decimos y hacemos en inglés con su equivalente en castellano. Solo hay que estar un poco atentos, no preocuparnos de si sabemos decirlo o pronunciarlo todo a la perfección y agarrar la oportunidad de jugar cuando se presenta.
Y digo que sin agobios nuestro ni a ell@s, porque el objetivo, al menos el mío, es PASAR TIEMPO DE CALIDAD con MIS PEQUES y que ENTIENDAN que el INGLÉS SIRVE PARA JUGAR, para COMUNICARSE JUGANDO. No hay enfados, ni presiones, y si hoy no apetece, pues ya jugaremos mañana en inglés. No worries, we’re happy.
Y con esto ya termino: lo que más me gustó del taller de Alicia, el gran descubrimiento fue lo maravilloso que es sentarme a observar jugar a mi hijo sin tener otra cosa en la cabeza, ni platos, ni correcciones, ni facturas: solo Mario. Me prometí a mí misma hacerlo mucho más a partir de ahora, empezando por venir más a los talleres de Alicia.
Y tú, ¿a qué cosas podrías jugar con tu peque aprovechando que utiliza materiales reales, que recrean escenarios concretos? ¿O tal vez te apetezca más ampliar la colección de recursos, y practicar inglés al explicarle el juego? ¿Crees que podrías poner en marcha algunas de estas ideas? ¿Te ha ayudado de alguna manera este artículo?
Me va a encantar leer lo que piensas, así que no te cortes: cuéntame.
Como siempre, gracias por leerme (y compartirme si así lo sientes) y… LOVE, LOVE, LOVE…